6 de junio de 2010

Las siete revueltas siete

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero no siempre se cumple.

Jose y yo teníamos pendiente hacer una variante de la ruta de los tres valles. La subida al puerto de Cotos empujando la bicicleta no nos gustó nada y queríamos llegar al puerto de Navacerrada subiendo las famosas siete revueltas.

Aprovechando que la reunión anual de padres se celebraba en Cercedilla, decidimos hacer la ruta tempranito para poder pasar prácticamente todo el día con los amigos. Pues como sarna con gusto no pica, a las 7 de la mañana estábamos subiendo las bicis en el coche.

Llegamos a las Dehesas sobre las 8, pero no somos los únicos madrugadores, de camino al aparcamiento ya nos encontramos a un par de ciclistas subiendo el puerto. Además mientras bajamos las bicis del coche llegan mas ciclistas a nuestro mismo punto de partida. Está claro que no somos muy originales, pero esa no es nuestra preocupación.

Probamos el agua de la fuente, que sale muy fresquita y nos ponemos en marcha. Son  las 8:25. Hace fresquito, pero no importa, pronto se nos va a quitar el fresco. Las primeras rampas son las mas duras de este tramo del puerto, pero como las fuerzas están intactas se lleva bastante bien. Nos sirven para que se nos pase el fresco y que los músculos se pongan en marcha.

En poco tiempo llegamos al mirador de los poetas y después al reloj de sol de Camilo José Cela, los dejamos atrás mientras nos damos cuenta que o ha subido la temperatura o ya no tenemos nada de frío. De todas formas desde el mirador hasta que se corona el puerto la subida es suave y se lleva bastante bien. Nos permite ir charlando mientras ascendemos. Llegamos al mirador de la reina y ya se intuye que el final del puerto está cerca.

Llegamos a la cumbre y paramos para hacernos la foto de rigor. Jose tiene ganas de emociones "fuertes" y quiere antes una foto con una lugareña.

Tras la breve pausa no ponemos a bajar por la parte segoviana, tenemos que hacerla despacito porque está llena de piedras sueltas y nuestra bicis no son para este tipo de descensos. De todas formas bajar despacio no tiene nada que ver con subir y en un momento llegamos a la fuente de la reina. Tomamos el camino que sale a la derecha, está asfaltado y nos permite realizar un descenso sin tensión. Subir este puerto merece la pena solo por esta parte del descenso. Vamos entre pinos y alcanzamos velocidades respetables, mas de 60 km/h que para la bicicleta y en un camino estrecho es bastante.

Como es de imaginar este tramo se nos hace cortísimo. Estamos llegando a las siete revueltas, justo en el final del sendero y antes de atravesar la puerta que da acceso al puerto de Navacerrada, un par de lugareñas nos cortan el paso. Dos cárdenas con un par de pitones cada una que imponen y encima nos miran desafiantes. Por suerte, al acercarnos, nos dejan pasar pero nos siguen con la mirada. Para mi que estas se le han escapado a Victorino.

Son las 9:55 cuando atravesamos la cancela y ya estamos al pié de las siete revueltas. Uf que empinado está esto. Nos esperan siete kilómetros y medio de subida sin descanso. Este puertecito tiene la misma mala uva por las dos caras, no tiene ni un puñetero descansito donde recuperar.

Ya estoy sudando a chorros y aun no ha llegado la primera revuelta. Ahora ya si que hemos llegado. Una, andá pues no es tan duro como se imagina uno en el coche, mira que bien. Dos, si no fuera porque las rampas anteriores han sido duras diría que esto está "chupao". Tres, joder con los moteros, que bonitas son vuestras motos pero mira que manía tenéis de pasarnos cerca y asustarnos. Yo después de esta perdí la cuenta porque mi cabeza se concentraba en las piernas y no era capaz de seguir contando. Jose va sobradísimo y de vez en cuando se escapa para después esperarme. Se han pasado las siete revueltas y parece que ya está todo hecho.

Que malo es eso de hacerse ilusiones, mira que he pasado veces en coche por este puerto. Claro pisando un pedal todo se hace corto y fácil. A estas alturas del puerto estoy deseando coronar pero lo que me ronda la cabeza es la subida que me queda desde Cercedilla hasta las dehesas. Si ahora estoy sufriendo, después de esta paliza ¿como voy a llegar?

Jose va disfrutando del puerto, aunque podría haber disfrutado mas si no me hubiera estado esperando. A mi se me está haciendo larguito, la verdad. Por fin, un poco de esperanza, una señal de tráfico indica que hay un puesto de socorro a 1000 metros. Eso es un kilómetro, ¿no?, Menos mal ya se lo que me queda. Otra señal, puesto de socorro a 500 metros, que bien ya llego. Jose hace un ratillo que le he dejado irse (no quería humillarle demarrando al final...) y me está esperando en la cima.

Ya, reto superado. Hemos subido Navacerrada por las dos caras. Repongo un poco de líquido y decidimos parar en la fuente de los geólogos para rellenar los bidones. ¡Que bonito es bajar! sin coches, carretera amplia y casi sin frenar. Rondamos los 70 km/h. Empiezo a olvidarme del sufrimiento pasado.

Llegamos a Cercedilla, atravesamos el pueblo y empieza de nuevo el puerto de la Fuenfría. Los tres kilómetros y medio que hicimos en el coche esta mañana al llegar, los tenemos que hacer ahora en bici. Encima son las rampas mas duras de todo el puerto. Esto es lo que hay. 

Seguramente por saber lo que me esperaba e ir ya concienciado no se me hizo tan duro. Lo cual no quiere decir que no me costara. Cuando ya estamos llegando al aparcamiento empezamos a escuchar gritos y aplausos. ¿Que pasará? ¿será el cumpleaños de alguien? No, son nuestros amigos que nos han visto ellos antes y nos están dando un recibimiento como si hubiéramos ganado la vuelta a España. Son las 11:45. Muchas gracias chic@s, fué todo un detalle.